Siraba Dembélé. Perseverar, no rendirte, trabajar

Siraba Dembele

Siraba Dembélé. Perseverar, no rendirte, trabajar

Siraba Dembélé. Perseverar, no rendirte, trabajar 1240 688 Athletes Inspire Children

No es una letanía, es la tríada con la que Siraba Dembélé da el punto final a nuestra entrevista. «El valor que me importa es la perseverancia, siempre ha sido lo que me ha caracterizado. Y en el deporte, si quieres durar, tienes que ser perseverante, no rendirte, trabajar».

Ni más ni menos. Pero el «más» que hay que aportar en la perseverancia se nos atraganta cuando lo que se pone en juego es nuestra propia comodidad. No es baladí que Siraba sea, sin lugar a dudas, una Game-changer. Desafía su propia comodidad, la de su grupo y la de los estereotipos ya establecidos. Más de 15 años dándolo todo en su profesión, capitana de una de las generaciones más brillantes del balonmano femenino francés con la concesión en 2017 de la Orden Nacional al Mérito; y a su vez madre de dos hijos cuyos periodos de sueño no eran de los largos. Y ahora, dicho el «adieu» a su tiempo como jugadora, se ha propuesto variar la percepción negativa que se tiene del agente de balonmano. ¿Podrá conseguirlo? Trabaja en ello, como en todo lo que emprende.

NO RENDIRTE

Juegos Olímpicos de Río, 2016.

Francia-España. Cuartos de final.

Las llamadas guerreras españolas se van al descanso con un 12-7 a favor. Una renta que presagia el siguiente paso: las semifinales. Las banderas rojigualdas ondean vigorosas en las gradas. Regreso a la cancha. Ahí está Siraba y sus propias guerreras, no hay caras alicaidas, hay un propósito y una convicción: nada se pierde hasta el último segundo. 30 minutos más. España cae en la orilla y Francia se yergue con garra sobre ella. 26-27.

«Hicimos una gran remontada. Íbamos perdiendo por siete goles y logramos ganar. Ese partido me pareció el comienzo de algo. Desde esa competición, lo ganamos todo. Fue un punto de inflexión para esa generación. Atesoro esos momentos compartidos, las dificultades y cómo logramos revertir la situación». 

Los medios españoles hablan de una derrota cruel. Ciertamente. Pero también de una victoria merecida, de esas grandes, grandes. Las remontadas se saborean mejor. El perseverar las llevó a alzarse con la medalla de plata en aquellos juegos. Y al año siguiente, la Orden Nacional del Mérito.

«Debo admitir que tuve que buscar qué significaba (risas), no estaba realmente familiarizada. Es sobrecogedor llegar al Palacio del Elíseo y ser premiado por el presidente, la ceremonia es impresionante. Recibimos el reconocimiento del Estado. El impacto estaba allí. Sentimos que habíamos logrado algo significativo». 

En la foto de grupo de aquel momento, caras de orgullo. Cómo no. Son instantáneas, momentos efímeros; más dejan impronta. El paso de Siraba como capitana de la selección, también.

«El legado que espero haber dejado es mi enfoque unificador. El aspecto colectivo y el asegurarse de que todo un grupo funcione, es lo que más me caracterizó. Como capitana era importante transmitir eso. Es crucial para el éxito del equipo. Espero que eso continúe para las futuras generaciones». 

PARAR. PROSEGUIR

Matej y Elian, 2019.

«Sabía lo que quería, sabía que quería hacer una pausa para tener un bebé y al final tuve dos. También sabía que iba a volver. Me rodeé bien y no me hice preguntas. No me daba cuenta de todo lo que podía implicar». 

Años atrás, el ser madre en el deporte de élite significaba el punto final. El pulso de las mujeres contra lo estipulado hacia ellas y hacia sus capacidades ha logrado que el hacer un parón en sus carreras no derive en un abandono definitivo. La campeona de cuatro grandes, Naomi Osaka, es ahora noticia por su vuelta a las pistas tras la maternidad y dice sentirse “capaz de todo”. En ese punto estuvo también Siraba.

«Como atletas, somos simplemente una mujer más que debe llevar dos vidas a la vez: su familia y su trabajo. Es la misma dificultad, solo que nuestro trabajo es físico y deportivo. Pero es cierto que ver en tu entorno a mujeres que tienen hijos y vuelven a su nivel, es reconfortante y tienes menos aprensión». 

«Para mí, lo más difícil no es el regreso a la actividad. Durante un mes, estás físicamente agotada, pero bueno, se supera, especialmente si te mantuviste activa durante el embarazo. Lo más duro es manejar las dos vidas: la de madre y la de deportista. Como deportista, necesitas mucho descanso, y cuando tienes un hijo, realmente no tienes descanso. Mis hijos no dormían, era difícil». 

Para darlo de todo de nuevo, hay que trabajar mucho y además contar con apoyo. ¿Está ese apoyo preparado?

«En mi caso, lo había planeado todo bien, me rodeé bien, lo anticipé. Pero no estoy segura de que sea accesible para todos, y creo que no hay suficientes especialistas en el tema. Los preparadores físicos no son especialistas en la preparación durante el embarazo o en el retorno post-embarazo. Uno puede sentirse un poco desamparado frente a eso.  Y hay que estar acompañada». 

Por añadidura “bien” acompañada. Ahí tenemos un margen de mejora. Y luego está el tema legal. Por mucho que ya no sea hándicap ser madre durante la carrera deportiva, el respaldo de contratos y convenios a los derechos de las mujeres durante y tras el deporte es fundamental. El país galo es un ejemplo en ello.

«En Francia, ahora está tan regulado con el convenio colectivo del balonmano femenino, que los clubes tienen mucho cuidado. Todo está previsto en los textos, así que es más fácil». 

Entre ese «todo» está el salario.

«El mantenimiento del salario lo logramos a través de los representantes de jugadoras, clubes y entrenadores que lo negociaron y esto se tradujo en la firma de un acuerdo colectivo. Ahora es obligatorio mantener el salario durante un año. Pero esto no es el caso en todos los deportes y espero que otros deportes lo implementen. Especialmente el deporte individual, porque para las deportistas individuales es realmente difícil». 

Efectivamente, no todas las deportistas cuentan con el mismo marco de protección. Sin salir del balonmano, Siraba rememora por los países en los que ha recalado como jugadora y nos comparte su percepción.

«En Rusia era muy fácil, las chicas tienen buenas condiciones. Se necesitaba respeto y buena comunicación, e informarles con antelación. Pero todo corre a cargo del club y me sorprendió gratamente. En los países nórdicos mantienen el salario y existe un gran respeto a las madres deportistas. En Rumanía, donde terminé mi carrera, es lo mismo, estabas acompañada si eras de allí. Cuando eres extranjera, es más complicado. Es cierto que hubo el caso de Darly».

El caso de Darly Zoqbi, portera de la selección española: en 2022 trataron de rescindirle el contrato en el Gloria Bistrita rumano cuando estaba embarazada. Y hay más casos. La cuestión es perseverar en el cambio y unirse como en el caso de Francia.

«Creo que, en general, las cosas van la dirección correcta, aunque siempre hay excepciones. Los clubes comienzan a ver que tener un hijo no significa que termine tu carrera y creo que es una barrera que se está superando. Con los distintos ejemplos esto empieza a calar».

NUEVAS METAS

Rise Up, 2023.

Siraba tiene forjado el temperamento de una Game-changer. Sus aportaciones como deportista, como madre, como mujer son flujos de una misma marea. Y ahora, es el momento de sacudir ese campo tan de hombres y tan cerrado como es el de las agencias de representación. Primer paso: obtener la licencia para ejercer como agente; segundo: fundar Rise Up, una agencia de asesoramiento a jugadores profesionales de balonmano.

«La profesión de agente es a menudo criticada, se percibe negativamente. Mientras que algunos pueden no trabajar muy bien, estoy convencida de que hay quienes hacen bien su trabajo. Me gustaría cambiar la imagen de este rol, de esta profesión; para mí, debería ser un verdadero valor añadido a una carrera, una persona de recurso». 

«Con los jugadores con quien trabajo, intento ser la persona que me hubiera gustado tener a mi lado. Cada uno tiene su propio enfoque de la profesión, pero quiero ir más allá del aspecto contractual. De hecho, nunca digo que soy agente de jugadores, digo que asisto, que estoy involucrada en la gestión de carreras deportivas. Es una distinción importante. Quiero que el deportista no tenga arrepentimientos, que tenga toda la información y que pueda decir financieramente al final de su carrera: “lo manejé bien”. Que termine su carrera sin arrepentimientos, sintiéndose bien y sabiendo en qué se va a reconvertir es crucial». 

Este es otro tema candente que seguro trataremos en AIC: el de ¿y ahora qué? El de cómo gestionar una nueva etapa laboral preparando ya el terreno desde la deportiva. Siraba es un buen ejemplo de gestión. Y habrá un tercer paso: se está formando como Gerente General de Club Deportivo Profesional en Limoges. Ya lo veis, el trabajo y la perseverancia, y el no rendirte, no por tantas veces nombrados, se vacían de una gran verdad; y es que, aunque con malos y «reguleros» momentos, a la vida y a la sociedad hay que afrontarlas así.

«Intento transmitir eso a los jugadores que acompaño; una carrera es larga, hay altibajos y hay que saber gestionarlos. E incluso en la vida después o en general fuera del deporte, la perseverancia es un valor importante para todos».

Perseverar, no rendirte, trabajar. Así se puede ser una Game-changer.

  • Francia, 2021. Se firma un convenio colectivo cuya aportación a la protección de las deportistas embarazadas implica la obligación de los clubes de contratar seguros que mantengan los sueldos de las jugadoras durante los 12 primeros meses de baja. La portera Cléopâtre Darleux, compañera de selección y madre como Siraba también en 2019, jugó un papel importante en dicha firma.
  • Darly Zoqbi, 2022. Trataron de rescindir su contrato estando embarazada. Tras dar a luz y con el contrato aún en vigor, acabó por entrenar sola durante 9 meses. Solo cuando lo hizo público y afectó a la imagen pública del club, fue cuando cambió la situación de desamparo.