José Manuel Calderón. Seamos todos juntos

José Manuel Calderon

José Manuel Calderón. Seamos todos juntos

José Manuel Calderón. Seamos todos juntos 1240 688 Athletes Inspire Children

¿Por qué no sé lo que es el Ebitda? Se lo preguntó en una ocasión; y él mismo se contestó: “Pues quiero estudiarlo”. 

Una pequeña anécdota para ilustrar el impulso de todo progreso. Y así, buscando la respuesta, José se embarca –en los últimos cuatros de su carrera deportiva–, en distintos cursos y formaciones, algunos versan sobre economía, otros sobre negocios o temas sociales, y con todo ello va apuntalando su propia fundación, “haciéndola crecer”. Haciendo crecer también a los demás. Hay más, claro, José es inquieto. Desde 2022, trabaja como asesor especial para el Front Office de los Clevelands Cavaliers. ¿Saben que es el primer español que ocupa tal puesto en la NBA? 

“Yo quiero seguir aprendiendo, yo quiero proyectos nuevos, quiero estar involucrado en cosas, quiero colaborar, quiero seguir ayudando”. 

¿Lo ha conseguido? ¿Lo está haciendo? Este es nuestro Game-changer. Vamos por el principio. 

José Manuel Calderón. Un Game-Changer. 

POR SUPUESTO QUE SÍ 

1994. Villanueva de la Serena, Badajoz (España). 

El primer “sí” importante, de esos rompedores y con grandes consecuencias, lo dijo sin pensárselo mucho cuando tenía 13 años. De Extremadura hasta Vitoria a jugar en las categorías inferiores del Baskonia. ¿Una decisión sencilla? 

“Quizás me fue más fácil con trece que si hubiera tenido dieciséis porque todavía era un inconsciente, ¡pero en el buen sentido! Un equipo llama y tu padre te pregunta que si quieres ir a jugar a baloncesto; y tu respuesta es: “por supuesto que sí”. No piensas en lo que eso conlleva, porque no piensas con quién vas a vivir, qué va a pasar con el colegio; lo ves como ¡qué guay! me fichan, pero no piensas en la parte de atrás. Como familia ¿qué consecuencias lleva? Sé que mis padres preguntaron alrededor, a familiares, amigos, psicólogos… Se plantearon todas las posibilidades para que yo me fuera, no sé si todavía a perseguir un sueño. Yo jugaba a baloncesto porque me lo pasaban bien. A los trece no pensaba si iba a llegar a la NBA o a la ACB; no, era “qué guay que tengo que jugar más tiempo a baloncesto”. Y ahí nos fuimos”. 

Algunos otros saltos geográficos, el debut con la Selección española en el mundial de Indianápolis en 2002 y de nuevo al Baskonia, pero esta vez al primer equipo. Comienza a engrosar el medallero. Comienza a ser uno de los grandes.  

EMPEZAR A CREAR OTRA VEZ 

2005. Toronto Raptors. 

Llega otro “sí” fundamental y con este se va a la NBA con los Toronto Raptors. Y si pensamos que lo más complicado es llegar, nos equivocamos: queda demostrar y adaptarse. 

“Sí que era un objetivo o un sueño, pero para mí siempre ha sido que yo quería ser mejor que el año anterior. Con 16 años quería jugar en la liga LEB y luego q en la ACB. No quería jugar en la NBA directamente, siempre he sido muy de paso a paso. Entonces llega el momento y decido irme. Y aunque lo parece, no es tan fácil dar el salto. Estás jugando muy bien en Europa, en tu equipo eres una estrella, sabes lo que hay alrededor, conoces la liga, a los rivales, sabes lo que te vas a encontrar y entonces te vas a un sitio donde probablemente no te conozca nadie o muy poquita gente. Es como empezar a crear otra vez, todo lo que has hecho con la selección española, todo lo que yo había hecho en la liga ACB o en la Euroliga no me valían para nada. Era un rookie que llegaba de España y que tenía que volver a demostrar que sabía jugar a baloncesto y con un nivel para poder jugar en esa liga. Sí, estás muy feliz de estar en la NBA, pero al mismo tiempo piensas “esto no ha hecho más que empezar, ahora tengo que seguir currando, mejorando, porque si no estos me van a quitar el puesto o el entrenador no me va a sacar”.  

Y a esto se le añade… 

“Yo tuve un problema importante sobre todo con el idioma. Los primeros meses fueron durísimos porque yo jugaba de base y era el que tenía que dar órdenes. Por mucho que yo me creía que hablaba inglés, me costó muchísimo. En mi primera pretemporada, siempre lo cuento, cuando llegaba a casa tenía dolor de cabeza. No cansancio por jugar a baloncesto y ¿por qué? porque tenía que recibir órdenes, traducirlas, pensarlas en español y traducirlas de nuevo con mi inglés. Era un constante trabajo y fue uno de los primeros retos que tuve.”  

Hubo otros tantos, pero el caso es que se mantuvo en esa liga 14 temporadas. Sin regalos, superando contratiempos, con mucho curro y el foco bien puesto. Ocho años en Toronto y luego Detroit, Dallas, Chicago, L.A, Atlanta y Cleveland.  Un base completo. Cerebral, con dominio de los partidos, sabiendo mover los engranajes de su equipo, con muy buen tiro, con defensa; penetraba bien, asistía bien y sabía que, por delante, va el equipo.  

“He puesto siempre al equipo por delante porque es un deporte de equipo. Cuando juegas a baloncesto ganamos todos, perdemos todos y sí, tú intentas ser lo mejor posible, y no solo por ti –que por supuesto tienes que tener esa ambición, porque al final de ello depende que tu contrato sea mejor o peor y eso ayuda a tu familia–; pero es que el ser tú mejor ayuda a que también lo sea tu equipo. Y luego… me daba igual que tú jugaras en mi posición o no, el que te pone es el entrenador; así que una vez que te ha puesto, yo no me voy a enfadar contigo porque juegues más que yo; al revés, tenemos que seguir currando para ponérselo más difícil al entrenador. Eso es lo que he sido y lo que sigo intentando ser. Es la educación que me dieron mis padres y lo que intento pasar a mis hijos. Puedes hacer miles de cosas en cualquier sector, pero hay que ser buena gente. Respetando a todo el mundo, colaborando donde puedes colaborar y dando el máximo en lo que puedas.  

“PARA ADELANTE, SEGUIMOS Y NOS VEMOS” 

2017. ¿Golden State Warriors? 

 Calderón va a entrar en el equipo con más opciones para hacerse con el título aquella temporada. Lesión de Kevin Durant, necesidad de reforzar la posición de alero; consecuencia, rescisión de contrato. Calderón ficha por los Atlanta Hawks. Los Warriors acaban repitiendo título. Un anillo que pudo ser y no ha sido. ¿Frustración? 

“Solo puedo controlar lo que yo puedo controlar, lo que pasa alrededor mío es imposible de controlar por mucho que queramos. Que se lesione o no se lesione alguien son gajes del oficio, pero que no dependen de ti. Por supuesto que tienes frustración, se ha perdido una oportunidad buenísima y ya no era por ganar, era por ir con un super equipo y compartir vestuario con ellos . ¿Qué podía hacer yo para solucionar esa situación? Nada. Pero nunca he sido de “y si hubiera ido; y si no me hubiera lesionado y si no lo hubiera hecho Durant,  habría ganado…” Pues igual sí o igual no porque otro equipo juega mejor o te lesionas en los Play-offs. Al final le daba la vuelta. Por no ir tuve la suerte de acabar en Cleveland jugando con LeBron y llegar a las finales.  Estaba súper contento por ir (a los Warriors), con las maletas hechas y de repente llegó una lesión y te quedas. ¿Y qué vas a decirles? Ellos me dijeron “qué bien lo has entendido”, y qué quieres qué te diga…¿que me cabree? si me vas a cortar igual. No tiene sentido. Es lógico y normal que tú tomes las decisiones que tengas que tomar porque son las mejores para tu equipo y no necesitas un base, necesitas a alguien que supla a Kevin Durant. Pues ya está para adelante, seguimos y nos vemos. 

 No hay cuentos en su discurso. Sensatez, humildad y trabajo; luego logros. 

El campeonato te pone en su sitio. Si juegas bien acabas llegando donde te mereces y si hay cinco equipos por encima es porque hay cinco equipos que son mejores. Siempre he tenido claro la idea de “no sé hasta donde voy a llegar, pero voy a dar el máximo”; y si el máximo era la liga ACB pues la liga ACB y hubiera estado feliz de haber jugado los años que hubieran hecho falta. Hubiera sido complicado si me hubiera dado cuenta de que habría podido dar más y que por mi vagueza o forma de ser no hubiera conseguido esos éxitos. Porque habría sido culpa mía, en el sentido de no he dado todo, no me he comprometido con esto, cuando tenía que entrenar me he escaqueado o no he sido el compañero que tenía que ser y eso me ha hecho no estar o tener otras oportunidades. Va con los valores. Llevo tatuado sacrificio, humildad y luego respeto por mis compañeros como por el rival.  

¿Podría haberlo hecho mejor? ¿Podría haber ganado más cosas? Sí, pero por unas circunstancias u otras no he llegado, porque personalmente no he podido o en el equipo no hemos conseguido dar ese paso de más. Pero me quedo tranquilo, he dado todo. Todo lo que tenía. E intentas seguir mejorando. Es la gasolina que necesitamos. Basta que pierdas un partido o que no te salgan bien las cosas para que volver al día siguiente y decir “pues ahora tengo que trabajar en esto, porque ahí he fallado o en lo otro”; y el querer ser mejor es lo que me ha llevado hasta donde he llegado. 

VISIÓN DE JUEGO EN LA OFICINA 

2022. Cleveland Warriors. Front Office. 

En 2019 nuestro Game-changer se retira. Lleva años preparándose para otro mundo laboral. Se convierte en la mano derecha de Michelle Roberts en la NBPA (Asociación Nacional de Jugadores de Baloncesto), en “el jugador en la oficina”. Llega la pandemia. Se para la NBA, pero para él serán dos años intensos, organizando incluso un All Star en medio de todo aquello.   

Y quien bien siembra, bien recoge. Ha pasado ya lo peor de la pandemia. Kove Altman, quien fuera manager de los Cleveland Warriors cuando Calderón jugaba allí, le contacta. Kove es ahora director de operaciones de los Cavs. Hablan sobre su futuro. Le apetece ver “cómo un equipo funciona desde la otra parte, otra visión más del negocio e ir –por así decirlo– cerrando el círculo”. Ya van para tres años como asesor especial para la Front Office de los Cavs, “poniendo piezas” para hacer al equipo mejor. Se diría que quien es base lo es para siempre. 

“ELLOS SON LA CLAVE” 

Fundación José Manuel Calderón 

Visión desde dentro, a un lado o en el otro, pero también hacia los que vienen, porque en ellos es donde realmente pueden germinar los cambios.  

Si queremos cambiar cosas de nuestra sociedad, ellos son la clave. El deporte es la excusa de poder educar, de poder mandar mensajes, de que estos chicos vean realmente muchos de los problemas o errores que nosotros hemos ido cometiendo como sociedad y cómo pueden mejorarla. Sea con los campus, sea con los cursos, con los proyectos que tenemos en los cursos escolares, sea diciéndoles a qué se enfrentan en los botellones, con el alcohol o por qué les hablamos tanto de la nutrición o de que el descanso es importante, de que el deporte también lo es…; a través de todos estos proyectos somos capaces de hacerles ver todos esos valores de los que hemos ido hablando. De respetar a todo el mundo, da igual de dónde vengas ni cómo seas ni quién seas. Al final somos todos uno.  

“Seamos todos juntos”. José Manuel Calderón. Un Game-changer.